Postrado en el altillo de un edificio, observando la ciudad
muerta por una peste, decidí adentrarme en la edificación y llegar hasta el
primer piso, caminaba por los pasillos bajando escaleras, algunas quebradas que
permitían ver el piso de abajo, otras siquiera tenían suelo. Para pasar a la
otra orilla me coloco de costado, no miro hacia abajo y mi oído derecho va
contra la pared.
Es ahí cuando descubro que detrás de los muros se oían voces,
ruido de fiestas y reventones, luego de cruzar, no podía comprender de donde provenían
no habían puertas y el edificio era el único en la manzana.
Solo sé que pude haber escuchado los murmullos del infierno…
está muy cerca mío, el infierno me quiere a mí, me busca y de alguna manera me
va a encontrar, vivo o muerto yo caminare hacia el….. por las noches oigo como
las criaturas trepan en mis oídos y me hablan acerca de mi destino trágico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario