jueves, 27 de noviembre de 2014

Enemigo mio

Hace más de dos noches no consecutivas regresa con una mirada sin reflejo, como cuervo sin carne ni sangre, como oscuridad sin sentimientos, me mira y ella a mi, pero ya no le temo, y ella queda sosegada, desnuda entre su manto, me mira, como buscándome, conquistándome para que le ayude a salir de ese sitio, de esa tumba, de su tumba.

Frente a unas compuertas de granito opaco yacía una advertencia en esa iglesia que tanto me llamaba la atención. "Si usted cree en la verdad, este es el lugar indicado" Las paredes estaban rasgadas como un depresión seca y harapienta tras el paso del tiempo, el crujir de las puertas eran tan fuertes que podría despertar a los propios demonios.

Respire profundo y entre a ver qué deparaba ese sitio tan austero. Dentro se encontraban personas rezando, era una simple iglesia, no había nada de que asustarse.

El sitio estaba en ruinas, velas negras y rojas iluminaban el sitio por doquier, manchas alquitranadas de sangre coagulada en algunas paredes, la cúpula destruida y una imagen de una virgen caiga con los ojos arrancados y sus senos al aire. Al pasar por el costado, la gente ni me observaba. Una catatónica concentración cubría sus ojos de una nube deforme y de silencio sordo. Sus ojos destilaban un polvillo oxidado y de sus bocas nacían nubes de vapor por el intenso frio que segregaban las paredes. No dejaban de mirar a la virgen que derramaba lo poco que quedaba de ese polvo antes de que pudiese convertirse en cenizas.

Explore el sitio y hacia mi derecha, vi estatuas de santos decapitados, otros con una cara deforme. Seguí por detrás de una escalera de piedra que ascendía a un sitio donde se había derrumbado el techo y no había mas escalones. 

Justo detrás, más abajo en ese costado oscuro yacía una columna de piedra con una inscripción en símbolos, había muchas combinaciones, probé hasta que mis dedos sangraran, sesenta y cuatro combinaciones y di en la tecla.

La columna emitió un ruido áspero y se contrajo, dejando un pasadizo con un agujero en su interior. Con sumo cuidado descendí.

El aire se sentía viciado, húmedo, me ahogaba la ceniza que corría por todos lares, entre en una cámara exactamente igual a la de arriba, con una cúpula desgarrada del otro extremo del área, una sala secreta. Se Observaban muchas imágenes de símbolos ancestrales, todas atribuidas al mal, Kali Yuga, Pazuzu, Pishacha y Lilith entre otras, todas rodeaban a una sola estatua. Esta se encontraba delante de mí, estaba inmóvil, tapada por un velo apolillado, como un manto de plástico desgarrado por el tiempo. Al tratar de mirarla bien, no podía creer lo que estaba viendo, era la Parca. Esa misma que me quería matar en otro relato, pero se veía triste, gris, sin vida en su muerte, quieta, sus oscuras cuencas oculares ya no reían como antes.

Es ahí cuando observe que en un extremo del complejo había una pala y sobre los pies de la misma con algunos adoquines triturados, tierra, supe en ese instante que tenía que cavar, y sabía que tenía que hacerlo....

Si no hubiese sido por el despertador ya hubiese empezado a desenterrar su cadáver vivo debajo de la tierra para devolverle su vida.
Me pregunte en ese instante, si estaba allí o si me había buscado para que le ayude, pues era ya la tercera vez que me aparece el mismo sueño, siempre el mismo.  Espero pronto desenterrarle y así quizás terminar con esta pesadilla lucida que me atormenta todos los días de mi vida..


No hay comentarios.:

Publicar un comentario