Desperté en un porche de una casa, si miraba arriba, tenia
como un pequeño balcón con un matorral, montado sobre dos
columnas jónicas; lindaban con una ventana a la ciudad… todo
se veía soleado y perfecto. Brinque hasta que tomar un extremo de las columnas
superiores y subir hacia arriba.
Una vez arriba encontré unas plantas con flores que nunca
pensé que existieran y unos frutos totalmente desconocidos, probé un par de
ellos, pero no tenían buen sabor. No obstante había uno que era azul, un azul
muy fuerte, abrí su contenido y dentro había un líquido del mismo color, muy
espeso, con unos copos blancos… lo comí, y empecé a quedarme dormido
dentro del mismo sueño, todo se veía borroso, pero no había pánico, solo
relajación. Comencé a ver una luz que viajaba a una velocidad que ya no
tenía velocidad, y números que caían en un mar de ungüento negro. Caí en
el y me ahogue, emergí en un desierto donde una llama de fuego se encendió en
medio del mismo, me senté allí y vi danzar el mismo, al tocarlo solo me
humedecí las manos, y de las gotas que cayeron, la arena empezó a licuarse
hasta convertirse en cenizas… y caí…. Y caí… a un abismo sin fondo… hasta dar
con una piedra angular. Había mucho ruido, y la gente escandalizaba por
sus acciones, recorrí calles vacías, y calles con manifestaciones, recorrí el
dolor y la pasión de estar en un sitio totalmente imposible. Era una ciudad sin
techo, sin firmamento, algo lo tapaba, era como una inmensa capa de
oscuridad y humo… que no dejaba ver el sol, la gente que la habitaba era
arrogante y pretenciosa; humillante y soberbia.
Un virus extraño azotaba la ciudad, un virus que se
propagaba rápido. La gente gritaba y sufría.
Entre tantos, había algunas personas que tenían una tercer
brazo, otros eran por los ojos o lengua, eran planos y muy largos, plateados, y
sus extremidades eran como una lengua tóxica que todo lo que tocaba lo
manipulaba y al hacerlo esta gente se sentía bien, hasta que tenia que volver a
repetir la secuencia.
Una señorita se cae sobre mi, y me dice, allí vuelven, el grupo que nos
liberara de esta prisión… ¿quienes son? pregunte, y ella me respondió,
enviados, enviados para la disección y supresión de mentes cerradas.
Era un grupo de niños, mentes jóvenes en proceso evolutivo,
se los veía bien… pero algo tristes… todos bajaron de una colina que daba a una
montaña sin fin… Y al estar entre nosotros, uno a uno, comenzaron a morir. Uno
de ellos era un amigo de primaria que tuvo un ataque al corazón, y se
desvaneció, los médicos que habían allí le hicieron un RCP y lo revivían, pero
al hacerlo a los pocos segundo caía de nuevo, lo habrán hecho 4 veces
consecutivas, y el niño me miro y me dijo.
"..El ultimo deseo que anhelo es ver tendida mi cama y
recostarme junto a ella, así ver el amanecer nocturno que destilan las flores
azules… déjame partir no me sometas a tal crueldad.."
Entonces en un amague les dije a los médicos que lo dejaran morir. Y
simplemente murió. Mire hacia arriba y sentí que debía hacer algo, porque
sino todo esto no tendría sentido. Junte un grupo de personas, personas adultas
y les dije… ¿me acompañan arriba para ver lo que no debe verse, y de morir
al menos sabremos que nuestros ojos nunca fueron ciegos después de todo?
Si, por supuesto dijo uno.
Salimos en una expedición hacia lo alto de la montaña,
después de mucho vagar por los sitios altos, aparecieron unas extrañas luces
que levitaban, se contraían y se expandían… eran azules y blancas, con un
material como tierra negra que en partículas se movían. Mis compañeros no
tardaron en tocarlas a pesar que les negué…es un truco, una trampa, no las
toquen… pero fue tarde, murieron al poco tiempo… seguí mi viaje solo, hasta
llegar a un altar a lo lejos… en el había una mujer sentada con 7 brazos, tres
de cada lado, el séptimo le salía del pecho..
Y dijo, Yo soy el ojo que cuida a la humanidad, soy la mente
que toco lo guarda, soy el canto de una voz sin sonido. Soy el que controla los
engranes del universo. Tienes solo una oportunidad de probar que puedes
resolver este enigma, si lo haces tendrás tu recompensa, si fallas lo
lamentaras el resto de tu vida, porque vivirás con una enfermedad que te hará
agonizar y destruir todo lo que amas y lo que haz
construido ¿Comprendes? Asentí con mi cabeza.
Ella dijo: A tu derecha hay cajas de unos prismas, y frente
a mi en un hexágono, hay unos soportes, si logras hacer pasar la luz, mantener
la vibración y la intensidad del calor, salvaras a la humanidad de su cólera,
de su estancamiento y su dolor, si fallas morirás. Puedes intentarlo con
varios, pero el último prisma desencadenara la luz en la ciudad de allí abajo.
Si no es la correcta morirás, si lo es, ya sabes la historia. El último prisma
tiene que ser una decisión profunda, pues no tendrás opciones, sino una sola
elección. No podrás probar, solo hacerlo. ¿Lo harás, si o no? Acepto el
desafío, fueron mis palabras. Comencé a armar y fijar las luces una por
una, la densidad, intensidad, espesor, color y calor, de la luz era la
perfecta, fuerte y potente, sin extinguirse en ninguna llama. Pero la ultima
era crucial… es como buscar una aguja en un pajar… había miles de cajas con
muchos, podría estar allí una eternidad divagando sobre cual es la correcta.
Y la mire a ella, y la miraba hasta que comprendí cual era
el cristal faltante…
Le dije, disculpe gran señora, pero me temo que el cristal
que busco no se encuentra en ninguna de estas cajas. El cristal que busco no es
exactamente una pieza plana, sino redonda..son mis ojos que necesitan despertar
el interior de mi alma para poder completar el ciclo, ¿cierto?. Porque si bien
aprendí, mis ojos son los que tiene la sabiduría de transmitir la verdad,
salir de la ceguera, serán solo mis ojos los que le den orden a ese caos ahí
abajo, los que los despertara de sus pesadillas y avaricias… Fue así como
me arranque los ojos y los puse en el umbral del soporte, y la luz se
expandió por doquier como una explosión. La ciudad se ilumino como nunca antes,
y el cielo se despejo..
La gran señora se acercó hacia mi, sentía sus
pasos. Haz elegido sabiamente, haz optado por usar los ojos y ver la
realidad. Pero ahora debes despertar… y al hacerlo no temas en lo que te
depara, mira en tu interior, mientras mantengas la llama encendida y tu corazón
limpio… la oscuridad se iluminara, y podrás ver el camino que te depara, sin
ojos, solo con tus sentidos, guíate por tu corazón, de ahora en mas, es tu
decisión. Desperté en ese balcón… y al asomarme por la ventana vi como el
mundo se sumía en caos y desolación… y allí comprendí que solo uno de los dos
mundos podría ser el correcto de salvar, comprendí lo que me dijo la gran señora. Me
quede mirando en la ventana como la humanidad se corrompía ante el dolor, y
entendí que aprendí a liberar mi mente y mi alma, que aprendí a ver detrás de
todo las vanidades y soberbias… comprendí que solo hay algo que podemos salvar
en ese infierno, es a nosotros mismos y nuestra esperanza de vivir, aunque el
caos nos azote…
Y sus palabras me resonaban de nuevo mientras mi mirada reflejaba la carnicería en un ocaso de fuego que se alejaba en el horizonte “….mira en tu
interior, mientras mantengas la llama encendida y tu corazón limpio… la
oscuridad se iluminara, y podrás ver el camino que te depara sin ojos, solo con
tus sentidos, guíate por tu corazón…..” Luego desperté de mi sueño y
aunque quede totalmente aturdido, me sentí muy bien.
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